Un joven marroquí fue asesinado solo porque un hombre no quería que se sentase en un bar. Tenía 30 años y un hijo de 10
En la noche del pasado domingo Carlos Patricio B.M., de 52 años, camina hacia la Cafetería El Muelle, en el Puerto de Mazarrón, con una pistola en la mano del calibre nueve, en donde mató de tres tiros en el pecho a Younes, un cliente de la cafetería que se encontraba tomando algo con su pareja Andrea.
Carlos, de nacionalidad española y exmilitar que perteneció al Ejército del Aire, arrastraba desde hace tiempo problemas mentales, según informan fuentes cercanas a la investigación. Cuando intentaba escapar por la playa del Rihuete fue arrestado y llevado a las dependencias de la Benemérita y se prevé que este martes pase a disposición judicial en Totana.
Según los primeros relatos ofrecidos por los testigos a las Fuerzas de Seguridad, según ha sabido en exclusiva El Español, Carlos pasó la tarde del domingo en la mencionada cafetería mostrando su malestar por la presencia de clientes marroquíes: «No quiero moros en el local», «los moros no tienen papeles»… En varias ocasiones se marchó y regresó a la cafetería, hasta que pasadas las diez de la noche regresó con una pistola.
Según la Guardia Civil, Carlos se sentó en la terraza, y después de pedir una cerveza supuestamente mantuvo «un diálogo acalorado» con Younes y acabó pegándole tres tiros en el pecho. Los disparos alarmaron a los clientes de todos los locales y comenzó a cundir el pánico en el puerto.
El personal de la cafetería llamó rápidamente al 112 para alertar de que un cliente había recibido varios disparos y necesitaba asistencia sanitaria de manera urgente ya que se estaba desangrando.
Agentes de la Policía Local que se encontraban cerca de la cafetería persiguieron a Carlos cuando intentaba escapar por la playa hasta que se detuvo tras una larga carrera. Los agentes apuntaron con sus armas al sospechoso porque todavía empuñaba la pistola y comenzó a mover los brazos con actitud nerviosa. Finalmente, al verse rodeado, Carlos tiró el arma a la arena y levantó los brazos para ser detenido.
Cuando Carlos fue detenido le dijo a la Policía Local: «Que no se acerquen los moros», que junto al malestar por la presencia de clientes marroquíes que manifestó en la cafetería, hace pensar que el desencadenante de los disparos es la xenofobia. Otra de las hipótesis es que Carlos y Younes se conociesen previamente y mantuviesen algún tipo de desavenencia, en vista de la discusión que mantuvieron en la cafetería.
El domingo por la noche Younes ingresó en estado crítico en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Virgen de la Arrixaca de Murcia donde los médicos no pudieron hacer nada por salvar su vida.
Carlos, que no tenía antecedentes y se está averiguando si contaba con licencia de armas de fuego, fue detenido inicialmente por tentativa de homicidio, sin embargo, a la vista de la muerte de la víctima se elevará el delito a asesinato, según ha avanzado la Guardia Civil. Previsiblemente, pasará a disposición judicial este martes.
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